alegaciones. la ciudad y los derechos humanos

En el año 2007 se publicó el libro “ALEGACIONES. LA CIUDAD Y LOS DERECHOS HUMANOS” editado conjuntamente por el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos (CSCAE) y el Colegio de Arquitectos de Aragón. El libro estaba basado en las diferentes ponencias que habían sido expuestas y debatidas en el inolvidable Foro de Urbanismo, “La ciudad y los derechos humanos” que se celebró en Zaragoza en tres intensísimas jornadas en septiembre de 2006, comisariado por el arquitecto Manuel Saravia.

Tuve el privilegio de intervenir en la jornada de clausura de aquel Foro, por una serie de casualidades, exponiendo mi experiencia vivida junto a los vecinos en el proceso de intento de regeneración del Barrio de la Paz de Murcia, proceso que, diez años después, sigue abierto, sin haber sido concluido, con todos los problemas agravados.

Los “FOROS DE URBANISMO” fueron una sucesión de importantes congresos que se organizaron bajo el auspicio del CSCAE, a principios del presente siglo, gracias al impulso de Carlos Hernández Pezzi, su Presidente aquellos años, muy preocupado por conectar con los problemas de los ciudadanos y sus posibles soluciones. Los dos últimos, el referido de Zaragoza y el que dos años más tarde se celebró en Murcia, con la denominación “La ciudad es la solución”

En el Foro de Zaragoza, “La ciudad y los derechos humanos” se produjo un punto de inflexión, en el que los participantes trataron de devolver a los ciudadanos el auténtico protagonismo en los procesos de transformación urbana.

El urbanismo, en las tres últimas décadas, se había reducido a una disciplina que preparaba el territorio para una supuesto “crecimiento ilimitado de las ciudades”. Se basaba en dar parámetros numéricos y en sectorizar el territorio a urbanizar, tratando de crear las condiciones para generar plus valías y un supuesto crecimiento económico.

Pero en el año 2006, con claros síntomas de inicio de agotamiento del modelo referido, se comenzó a producir una cambio de tendencia, en el que muchos profesionales de las diferentes disciplinas que conforman el urbanismo, se dieron cuenta de la imperiosa necesidad de cambio y de volver a la idea de que los seres humanos y su bienestar deben ser el centro de cualquier actividad urbanística.

En ese contexto, se celebraron aquellas interesantes jornadas de Zaragoza, con la exposición de muchas interesantes experiencias transformadoras y la elaboración de propuestas para conseguir unas ciudades más justas, más articuladas, más igualitarias, más sanas….

Yo había preparado “una pequeña comunicación” sobre un proceso que estaba viviendo en la ciudad de Murcia, en el que una admirable Asociación de Vecinos de un castigado barrio, conjuntamente con un Colegio de Arquitectos, que le daba su apoyo, estaban consiguiendo detener un descabellado proceso especulador, que pretendía expulsarlos de su barrio.

Tristes casualidades del destino, hicieron que esta “pequeña comunicación” que iba a compartir adquiriera una gran relevancia. El inolvidable arquitecto Jesús Carballal era el Decano del Colegio de Arquitectos, que luchaba junto a los vecinos del barrio referido, pero una rápida enfermedad acabó con él y tuve que sustituirlo en Zaragoza. A su vez, el Presidente del CSCAE e impulsor del Foro, Carlos Hernández Pezzi, que lo había inaugurado junto al alcalde Belloch y estaba teniendo un gran protagonismo en el desarrollo de las jornadas, tuvo que ausentarse. La sorpresa fue que me pidió que le sustituyera en la sesión de clausura, para lo que tenía que preparar un discurso de despedida. Me dijo que confiaba en mí y me dejaba libertad para que hablara de lo que quisiera.

Con el nerviosismo que produce tener una inesperada responsabilidad, pero consciente de que se me ofrecía una gran oportunidad, no dudé en transformar, de una manera totalmente improvisada, mi “modesta comunicación preparada” en el discurso de clausura del importante Foro. Una serie de encadenadas casualidades, me daba la posibilidad de “visibilizar” un problema local en el que estaba muy implicado, en una propuesta con repercusión en un ámbito muy amplio.

“Me la jugué, y salió bien”. O muy bien….. El relato que improvisé, con la técnica cinematográfica de relatar tres historias, aparentemente no relacionadas entre sí, que después confluyen en un relato unitario, que continua caminando sólo, tuvo muy buena acogida. Por supuesto, la historia real relatada se hizo bastante conocida. Se incluyó en el libro antes citado “ALEGACIONES: LA CIUDAD Y LOS DERECHOS HUMANOS”, fue muy difundida en la prensa local y en las publicaciones profesionales, pero lo que realmente importa, los vecinos del Barrio de la Paz, acompañados por los representantes del Colegio implicado, fuimos recibidos en el Ministerio de la Vivienda, por la ministra Mª Antonia Trujillo y sus principales colaboradores, produciéndose el citado punto de inflexión en el proceso.

Por desgracia, después todo se estancó, los problemas siguen sin resolverse, pero seguimos considerando que todavía están vigentes y son posibles las propuestas presentadas en aquel inolvidable Foro de Zaragoza.