En el norte del Norte, en el punto más septentrional de Noruega, para poder descender lentamente desde la abrupta carretera del árido paisaje lunar hasta el Mar de Barents, sintiendo la entrada en el infinito, Reiulf Ramstad ha proyectado este bello sinuoso sendero de hormigón, con la preocupación inicial de reducir la velocidad del descenso, propiciando una secuencia de percepciones cambiantes, bajo el intenso frío de Havøysund.
Ramstad resuelve todo el programa funcional con un solo elemento monolítico, que además de ayudar a descender lentamente hacia el mar, es una sucesión de espacios con diferentes usos. La suave rampa es a la vez estacionamiento, refugio, banco, baño público, cocina abierta y chimenea, con el hormigón visto, encofrado con tablas verticales, dando unidad al conjunto.
Además de la habilidad para resolver el singular programa, Reiulf Ramstad Arkitekter ha tenido una especial sensibilidad para resolver los problemas de accesibilidad, eliminado cualquier barrera arquitectónica, optando una solución doble, con escalera y rampa como acceso común, desarrollándola en el carácter integral del proyecto.
Debido a la inclinación del paraje y con el fin de crear un movimiento reductivo, la rampa debía ser muy prolongada y de gran longitud. El río sinuoso del camino prolonga el enfoque y, al hacerlo, abre nuevas perspectivas y experiencias para el visitante. Leer más aquí