Hace muchos años los arquitectos éramos actores principales en los procesos urbanísticos que transformaban nuestras ciudades y nuestro territorio. Además de desarrollar y dirigir los proyectos urbanos y territoriales reflexionábamos sobre el futuro de nuestras ciudades, tratando de intuir como iban a ser las agrupaciones urbanas del futuro, cuales iban a ser sus problemas y de qué manera se podría influir para mejorar la calidad de vida de las personas produciendo unas ciudades justas, racionales y equilibradas.
En el contexto español, en la primera década del actual siglo tuvieron una gran transcendencia los FOROS DE URBANISMO, que organizó el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE). Se realizaron cuatro, aunque los dos últimos tuvieron mucha mayor transcendencia. A los dos primeros, celebrados en Sevilla y Palma de Mallorca se les debe enmarcar en el contexto desarrollista de los años de la “burbuja inmobiliaria”, cuando todavía se creía que el crecimiento podía ser ilimitado y las operaciones urbanísticas siempre eran concebidas como herramientas para producir beneficios económicos. Pese a todo, en estos Foros se trataban de introducir racionalidad y nuevos conceptos como “sostenibilidad” en los procesos urbanísticos.
Pero todo cambió en el año 2006, en el que empezamos a intuir que estábamos inmersos en una locura colectiva y que debíamos reconducir la situación volviendo a situar a las personas y su bienestar como objetivo principal de la “acción urbanizadora”.
También nos dimos cuenta que nuestro planeta tenía límites y debíamos cuidarlo para las generaciones posteriores. Percibimos que para acometer el nuevo urbanismo debíamos trabajar con muchos más profesionales, entendimos que debíamos colaborar con ingenieros, con biólogos, con sicólogos, sociólogos, antropólogos, etc….. Pero sobre todo debíamos trabajar, desde el principio, con los ciudadanos a los que iban dirigidos nuestros trabajos.
El tercer Foro de Urbanismo tuvo en cuenta todas estas cuestiones. Se celebró en Zaragoza en el otoño de 2006, bajo el título “La Ciudad y los Derechos Humanos”, con la participación de diversos profesionales muy comprometidos con procesos desarrollados en “barrios vulnerables” de diferentes lugares del mundo .
El “ser humano” volvía a ser el centro del urbanismo. Todos los profesionales que participaron en el influyente Foro tuvieron claro que nuestra acción debía ir encaminada a convertir nuestras ciudades en más justas, más sanas, más equilibradas y no a hacerlas crecer sin límites. El Foro de Zaragoza tuvo mucha influencia, publicándose muchos trabajos, artículos e incluso libros, pero poco tiempo después de su celebración llegó “el gran crack” y el contexto cambió radicalmente.
Ya inmersos en “la gran crisis global” llegó el que fue, tal vez, el Foro más influyente, esto es, el IV FOUR “LA CIUDAD ES LA SOLUCIÓN”, celebrado en Murcia en mayo del 2008. El título e hilo conductor del Foro estaba tomado de la famosa frase de Jaime Lerner, que participó en el FOUR, teniendo un papel estelar, en el Foro de Murcia.
Ya con evidentes síntomas de “depresión colectiva” por la situación en la que estábamos inmersos, en el FOUR se intentó compartir propuestas constructivas, que insuflaran optimismo, tanto a profesionales, como a ciudadanos. Se trataba de asentar la idea de que las “ciudades no eran el problema”, sino que, incluso, podrían ser la solución para acometer tanto problemas medioambientales como de equidad y bienestar.
El después conocido como FOUR, afortunado juego de palabras del número de orden del Foro, esto es, el cuarto y la abreviatura de foro de urbanismo, tuvo una gran repercusión mediática, con diversos debates en televisión, radio y prensa escrita. Fue pensado para que tuviera una gran visibilidad y estuviiera muy participado por los ciudadanos.
El FOUR estuvo precedido por el Taller “LOOKING FOR A NETWORK”, coordinado por el arquitecto Juan Antonio Sánchez Morales, en el que durante varias semanas profesionales de diversas disciplinas junto a vecinos de diferentes barrios, reflexionaban y actuaban sobre la ciudad de Murcia, buscando una “red de redes” que articulara una ciudad mejor, actuando siempre sobre “lo existente”.
Participaron profesionales de la talla de José Pérez de Lama, Manuel Gausa, Santiago Cirujeda, Fernando de Retes, etc…. Se implicaron mucho las diferentes Administraciones Públicas, como Ayuntamientos, Comunidad Autónoma y por supuesto el Colegio de Arquitectos, que tanto protagonismo tenía en aquella época en cualquier actividad urbana. Tal vez lo más importante fue la implicación de muchos ciudadanos anónimos, que debatían y participaban en los talleres.
Los hallazgos y propuestas de “LOOKING FOR A NETWORK” fueron muy significativos y podrían ser aplicables a cualquier ciudad. Pero lo más importante del Taller fue transmitir que había otra posibilidad de acometer los problemas urbanos, de una manera mucho más “horizontal”, usando la “inteligencia colectiva” como herramienta de trabajo. Los resultados fueron expuestos y debatidos durante el desarrollo del FOUR. Creemos, muchos años después, que siguen estando totalmente vigentes y que deberían ser retomados y reactivados, desde una perspectiva actual.
Durante el desarrollo del FOUR también se expuso y debatió los resultados del Taller “CIUDAD MACLADA” una interesantísima experiencia auspiciada por el COAMU y coordinada por el arquitecto Javier Peña Galiano, en la que recogiendo las propuestas para la regeneración del Barrio de la Paz, que se habían producido en un concurso organizado por el referido Colegio de Arquitectos, se ampliaba el ámbito de actuación al conjunto del municipio.
También en este caso, más que las propuestas concretas realizadas, tuvo más importancia el visibilizar otra manera de acometer los problemas urbanos, de una forma más colaborativa y participativa que llevaba, sin ningún género de dudas a soluciones mucho más adecuadas que las que se daban en el urbanismo tradicional.
En los días previos al FOUR se realizaron varios debates públicos entre los que destacamos el celebrado en televisión, en horario de máxima audiencia, en el que varios profesionales debatimos sobre “la ciudad” y pudimos contrastar nuestras ideas, todas válidas y complementarias entre sí. El debate se repitió varias veces y provocó muchas páginas en la prensa escrita convencional, algo totalmente inaudito en el mundo de la arquitectura y del urbanismo.
El FOUR no fue un simple congreso, con la exposición de una serie de ponencias y debates. Además de todos los talleres expuestos se organizaron muchas actividades en las calles, con implicación de numerosos ciudadanos y colectivos. La mayoría de las actividades tenían como objetivo “visibilizar” algún problema urbano concreto y sus posibles soluciones. Entre otras actividades, se organizó una denominada “Masa Crítica”, en la que todos los participantes del FOUR, junto con cientos de personas que se les iban añadiendo, “tomaron la ciudad” en una marcha en bicicleta a una hora punta.
Efectivamente, una serie de ciclistas que partieron de la sede del COAMU, iniciaron un trayecto urbano, en bicicleta, a la que se iban sumando más y más ciclistas, que iban formando una “masa crítica” que ralentizaba el tráfico rodado hasta lograr paralizarlo, sin cometer ninguna infracción. Los automovilistas inicialmente se enfadaban, pero llegaron a aceptar la situación al ver la gran simpatía que despertaban los ciclistas, que mostraban lo agradable que era una ciudad sin tráfico rodado. Fue una experiencia muy emocionante, ver pedaleando mezclados a ilustres profesionales con vecinos de los diferentes barrios, mientras los peatones aplaudían a su paso.
Centrándonos en las intensas jornadas del 8, 9 y 10 de mayo del citado 2008, se expusieron diversas experiencias en diferentes puntos del mundo, que mostraron otras maneras de acometer el urbanismo. Las experiencias eran contadas por actores directos, por sus verdaderos protagonistas, unas veces profesionales, otras políticos y alguna vez, por ciudadanos afectados. Se mostraron los casos de Medellín y Bogotá en Colombia, el de Curitiba en Brasil, Copenhague, Ámsterdam y también el de muchas pequeñas actuaciones en barrios en España.
En el FOUR intervinieron urbanistas de la talla del brasileño Jaime Lerner, antiguo alcalde y artífice de los cambios de Curitiba, la colombiana Virginia Casafranco, Alcadesa Mayor de Bogotá y ex gerente de Metrovivienda, el belga Lucien Kroll, el portugués Filipo Lópes, el Premio Nacional de Urbanismo Sebastiá Jornet, el filósofo Francisco Jarauta, el sociólogo José Miguel Iribas, el economista Ángel María Nieva, artífice de Ría 2000 Bilbao, el biólogo y sicólogo Salvador Rueda, los ingenieros Julio Pozueta, Josu Benaito, Patxi Lamiquez …….. También intervinieron diferentes protagonistas de diversas admirables actuaciones urbanas, como las desarrolladas en Trinitat Nova en el Barrio de la Mina de Barcelona, Sarriguren, Cooperativa Copozo en Madrid, Barrio de la Paz de Murcia. Se expusieron diferentes experiencias urbanas desarrolladas en Bilbao, Zaragoza, Donosti, Sevilla, Vitoria, etc…. Además intervinieron jóvenes profesionales que aportaron muchas interesantes propuestas, como Izaskun Chinchilla, José Pérez de Lama, Torres Nadal, Vázquez Espí, Manuel Saravia, Rubio del Val, Isabela Velázquez, Javier Peña, Santiago Cirujeda, etc….
El FOUR no fue un Congreso de sesudas ponencias, sino un Foro el que se pretendía compartir experiencias de “buenas prácticas urbanas”, demostrar que las ciudades se podían construir y vivir de otra manera, que era posible unos barrios interconectados y complementarios generando unas ciudades más sanas, más racionales, más justas y más libres. Que no hacía falta dilapidar el territorio, ni crecer sin límites, sino que podíamos utilizar lo existente, creando una ciudad resultado de la “superposición de capas”, que ninguna anulaba a la anterior sino que la mejoraba. También se puso de manifiesto que era posible “otro urbanismo” de “pequeñas intervenciones que generaran grandes transformaciones”.
Pero sobre todo el FOUR significó una apertura del endogámico mundo de los arquitectos al exterior, una toma de contacto con los problemas de los ciudadanos, una demostración de que el urbanismo no puede ser resuelto de “arriba abajo” de que los procesos participativos son algo más que la “exponer al público” unas decisiones previamente tomadas.
Durante varios inolvidables días convivimos muchos profesionales de diferentes disciplinas, compartimos experiencias positivas y analizamos de forma colectiva problemas urbanos, utilizando la ciudad de Murcia como “campo de pruebas”. Arquitectos, ingenieros, sociólogos, filósofos, economistas, biólogos, sicólogos y muchos más profesionales, junto a estudiantes y ciudadanos diversos analizaron e hicieron propuestas para solucionar problemas concretos de barrios vulnerables.
Creemos que el FOUR fue una gran experiencia colectiva que no debe ser olvidada. Creemos que la mayoría de las ideas y la manera de acometerlas, sigue plenamente vigente. Por desgracia, el FOUR fue el último Foro organizado por los Colegios de Arquitectos, que en su momento tuvieron un gran protagonismo. Nosotros lo vivimos, lo vivimos intensamente y creemos que se deberían revitalizar estas iniciativas de trabajos colectivos buscando unas ciudades más equilibradas, más justas, más sanas, más alegres ……. Seguimos creyendo que LA CIUDAD ES LA SOLUCIÓN ………….