En un claro del bosque, en el centro de gravedad de La Pampa argentina, se encuentra, en absoluta soledad, el oratorio de San Bernardo, una bella capilla construida con los ladrillos refractarios procedentes de una antigua hacienda rural desaparecida. Situada en la zona conocida como La Playosa, provincia de Córdoba, la capilla tiene una superficie de sólo 92 m2, mostrándose al exterior con planos y aristas que se contraponen a las sinuosas formas curvas interiores.
Un atrio de pequeña altura comprime la entrada, produciendo un sorprendente efecto cuando se accede al amplio espacio principal, donde la cúpula se abre hacia poniente, buscando la luz de la puesta de sol. La abertura cenital capta el recorrido del sol hasta que se produce el ocaso. En el exterior se sitúan dos maderos separados, perpendiculares entre sí, que al recibir el sol del atardecer, proyectan una sombra con forma de cruz, que va moviéndose por el interior, según el sol va cayendo, produciendo un efecto que conmueve a las personas creyentes que están en el interior. Vídeo explicatívo.
El lugar donde se asienta la capilla carece de energía eléctrica, agua corriente, ni servicio alguno, por lo que las temperaturas exteriores son las mismas que las interiores, lo que acrecienta su carácter monacal. El conjunto tiene un carácter unitario acrecentado por el uso de un único material, esto es, los ladrillos centenarios procedentes de la antigua construcción. El autor es el joven arquitecto argentino Nicolás Campodonico. Leer más aquí